miércoles, 30 de octubre de 2013

El pacto. Cap 14 - Helena.



Ehhhh!!!!! Buenas noches desde México!!!! Dentro de algunos días hay un evento super importante para toda fan de cierto grupo reconocido dentro del KPop (si soy una fan loca lo admito). Así que todas las ELF tendremos a Super Junior en concierto por primera vez en México  y ya me salí del tema jajajaja así que me dejaré de ello y les posteo el siguiente cap de El pacto. Nos leemos a la siguiente :)

 


El pacto. Cap 14 Helena.


  Mi deseo es con frecuencia una forma de sobrellevar algún temor. Mi temor es consecuencia de un anhelo.


  Jessie abrió los ojos lentamente. El despertador había sonado y ella lo había apagado mecánicamente. Su mente aún se encontraba un poco nublada. Había pasado una noche infernal.

  Desde el día en cuál encontró a Julieta con la organizadora de bodas en un beso profundo y una posición que no dejaba duda acerca de lo que pasaba jamás había pensado en verla como el día anterior. La había visto sostener esa clase de jugueteos que conocía perfectamente.  Y sabía muy bien que Julieta lo había hecho a propósito. Se quedó tendida boca arriba mientras miraba el techo sobre sí.

  Cerró los ojos despacio mientras por su cabeza pasaban imágenes del cuerpo de Julieta. Ese cuerpo que conocía a la perfección. Su desnudez era algo que siempre le embriagaba, si se podía decir de esa manera. Tomó una almohada y se la puso sobre la cara. Dió un  largo suspiro antes de empezar a levantarse y escuchar que en los pasillos había movimiento.

  Una puerta se cerró en la habitación de al lado y escuchó movimiento en ese lugar. Una ventana abriéndose y a alguien hablar por teléfono en un idioma completamente extraño para ella. Respecto a lo otro no tenía duda en absoluto sobre quién era la dueña de esa voz.

  Se incorporó y se dirigió a la ventana mientras la voz al otro lado cesaba. Siguió un silencio que era bastante extraño. Se detuvo frente a su ventana y se preguntó mentalmente si debía abrirla o dejarla cerrada. Al final se acabó retirando mientras tomaba una ducha.  El día anterior la noticia de haber sido captados en un antro gay fue una bomba comercial en los periódicos. Y sospechaba que Julieta estaba tras todo eso, pero no habia forma de comprobarlo. Por su parte Jamie había desaparecido y a Helena Andreakis no parecía molestarle ser fotografiada en las situaciones en que se encontrara.  Incluso le había enviado un beso al último fotógrafo que se había tropezado en su camino e invitó a salir a la reportera. Jessie no sabía si salir corriendo del lugar antes de morir de risa o simplemente carcajearse en su interior al ver la cara de la reportera que había preguntado algo al respecto. La noticia de que Helena era la hermana del empresario J. Stéphanos Andreakis se había dado como un reguero de pólvora, y era imposible negarlo. Sus rostros eran idénticos, aunque con las distinciones de hombre y mujer. Jessie continuaba cavilando en ese momento, acerca del primer Jamie que había conocido. Evidentemente no era ninguno de los dos anteriores. ¿Existía otro Andreakis oculto?




  El agua caliente resbalaba por su piel mientras le relajaba.  El calor que se acumulaba en ese lugar dejaba un vapor que empañaba el espejo del cuarto de baño. Empezó a secar su cuerpo con la misma minuciosidad de siempre. Era lunes y tenía tanto por hacer para entregarle las notas a Jamie.  



- He traído su café - sonó la voz de María - también traje sus galletas favoritas.
- María… ¿qué sería de mí sin tu ayuda?
- Señora, siempre que pueda estaré aquí para ayudarle.
- Lo sé - sonrió la chica apoyada en la cama - el efecto ha pasado hace unos minutos, apenas pude sostenerme en pie - comentó mientras miraba la luz que entraba por la ventana.


  María miró sus piernas. Aún presentaba algunas cicatrices de los cortes que había tenido en un inicio. Ella nunca pensó que regresaría viva de ese sitio.

  Sara Nelson se perdió durante diez días en una escalada alpina. Había partido junto con su hermana Julieta a unas vacaciones que culminaron en algo desastroso. Fue encontrada en un visible estado de deterioro, pero viva. Tenía ambas piernas destrozadas y el único diagnóstico que le daban los expertos era que a pesar de amputarle ambas piernas por el delicado estado en el que se encontraba, no viviría mucho tiempo.

 Durante la corta estancia en el cuál se encontró ingresada, los únicos disponentes de ella eran precisamente María y André, a quienes Sara había declarado como responsables en dado caso de que algo le ocurriese.

 María entró a mirar a Sara y no pudo reprimir el llanto que en ese momento le embargó. Pero contrario a lo que generalmente pasaría, Sara abrió los ojos y miró a María como si fuese la primera vez que la veía.

“No dejes que lo hagan” - esas fueron las primeras palabras que salieron de la boca de Sara. “No dejes que lo hagan. Sólo necesito que la saques de aquí. Haré que tu señora viva. Sólo debes sacarla de aquí y llamarle a él”.

  María se quedó momentáneamente sin habla, llamarle a él. María no perdió más el tiempo. Marcó un número telefónico que no se encontraba en su lista de contactos. Era un número que había memorizado para ser usado en casos especiales. Una  voz grave respondió al otro lado de la línea. Ella explicó vagamente que era lo que había ocurrido y en menos de 20 minutos un helicóptero movía a Sara fuera de ese lugar.  Julieta llegó una hora más tarde sólo para encontrarse con la noticia de que su hermana en efecto había estado ingresada en ese lugar pero se la habían llevado.


- No necesitas recordarlo María - continuó - yo misma trato de olvidarlo cada ocasión que puedo.
- Me es demasiado difícil evitarlo. Mi joven señora… no sabe cuantas veces he maldecido a esa mujer…
- Te preocupas demasiado. Stéphanos le ha fastidiado la vida mucho más de lo que ella desea. Y muy a mi pesar he notado que también ella la fastidia cada que puede.
- No sé cómo es que puede convivir con todo ello.

  Sara le miró en ese momento. Su fiel María. Sonrió mientras se sentaba en una forma mucho más correcta. Miró a la puerta y vió que se encontraba cerrada por dentro. Tomó su taza de café mientras respondía a la pregunta implícita de María.

- Gracias a Momo estoy viva. Pero gracias a ella es que puedo recuperarme de mis heridas. No está mal prestarle mi cuerpo mientras encuentra uno apropiado - bebió un trago - Debo agradecerle a esos dos el que me permitan estar viva.


  María le miró nuevamente. El rubio cabello caía en suaves curvas sobre sus hombros. A diferencia del cuarto de Stéphanos, en el de ella no habían fotos. Eran pocas las ocasiones en que Sara utilizaba ese cuarto. Generalmente compartía con Stéphanos el del otro pasillo. María sospechaba tremendamente que era porque en la habitación de al lado se encontraba Jessie.


- Esa chica… - Sara le miró de reojo - Jessie. ¿Hasta cuando piensa decirle la verdad?


  Sara dejó su taza mientras esbozaba una sonrisa. Dió un largo suspiro antes de responder.


- Nada gano con decirle a Jessie quién soy. Estoy segura que Julieta se enteraría y ya la tendría acosándome nuevamente. Ha presionado e indagado. Ha sobornado a mucha gente para tratar de llegar hasta mí.
- Se que esa mujer ha hecho hasta lo indecible...
- Mi única suerte todo este tiempo siempre será que ella no sabe que Nikos era mi padre. Y que cuando el suyo me abandonó a mi suerte tras morir nuestra madre, el mío me reconoció legalmente y guardó ese secreto bajo una serie de intrincados papeleos para otorgarme los derechos al fallecer él.
- El señor Nikos era un hombre bastante duro, pero todo se originó al morir mi señora.
- Mi padre era un verdadero demonio. Pero no puedo decir que mi vida fuese un infierno en la tierra. El camino difícil me sirvió de mucho.
- Si señora.

  Sara depositó la taza en la bandeja y le agradeció a María. Esta retiró la bandeja y la depositó en el carrito que había llevado mientras depositaba una caja junto a ella. Sara se incorporó despacio hasta desplazarse a la silla frente a la ventana.

- Gracias María.


  María asintió mientras empezaba a cepillar el cabello rubio con sumo cuidado y aire maternal. Sara Nelson dormía después de un buen rato mientras ella dejaba la habitación en total sigilo. Cerró la puerta con sumo cuidado y se fue tranquilamente por el pasillo. Ignoraba que Jessie había observado lo último con interés mientras abría la puerta para salir. Esperó a que María se perdiese en el camino y se plantó frente a la puerta. Dió dos golpes pero no obtuvo respuesta alguna. Dió media vuelta y se retiró de allí. Al fin y al cabo tenía otras cosas que hacer.


  Sara abrió los ojos lentamente al escuchar el ligero toquido en la puerta. Sus verdes ojos miraron en esa dirección. Comprobó que el seguro estuviese colocado y cerró nuevamente sus párpados. Las doradas pestañas se movieron ligeramente mientras un suspiro escapó de su boca. Su pecho subió lentamente y bajó de la misma manera al relajarse. Se encargaría de Jessie más tarde.




- ¡Maldita sea! ¿dónde demonios quedó el portafolio de presentación?
- Jessie, se te va a podrir la boca cariño - sonó la voz de Jona.
- Como si le importara… - soltó Becca desenfadadamente - El portafolios sigue donde lo dejaste, a tu espalda.
- ¿Y qué pasa con estas fotos! ¿Es que acaso era de noche cuando las tomaron?
- Esas son las falladas que anexaste y luego ibas a retirar - bufó Becca - tranquilízate.
- No puedo, Jamie Andreakis debe llegar en media hora y no tenemos ordenado nada…
- ¡Todo lo desordenaste tú! - chilló Jona - ¡Dame eso!



  Un sonido proveniente de la entrada les hizo mirar instintivamente hacia esa dirección. Una delgada figura se encontraba hablando por teléfono. Instintivamente supieron que la peor de sus pesadillas se estaba haciendo presente, pero respiraron un poco al notar la suave voz que  contrastaba con el atuendo masculino que llevaba puesto. Realmente si no le escuchabas hablar parecía un chico.


- Por supuesto, me encargaré de que todo esté listo para este fin de semana - Tras de sí entró una persona, que no dudaron en suponer que era un asistente y la puerta se cerró mientras el hombre aquél depositaba un portafolios y un envase de café en el escritorio que Helena había señalado con el dedo. Después de acomodar las cosas, dió un saludo y se retiró del lugar - No se te olvide tu parte. Claro, claro, charlaremos luego.


  Al colgar el teléfono miró hacia donde tres personas se encontraban afanosamente sobre una carpeta.  Después de voltear a verla detenidamente los tres se quedaron un momento atónitos al comprobar que la persona frente a ellos tenía el cabello tan corto como un chico. Jona se quedó un momento mirando a Becca mientras ésta se encogía de hombros y Jessie no atinaba a pensar más.


- ¿Qué ocurre? - preguntó Helena mientras se llevaba a la boca el envase de café.
- Es sólo que...tu cabello.. - empezó a responder Becca.
- ¡Ah! El cabello - contestó Helena mientras Jessie se imaginaba mentalmente que todo ello ya se lo esperaba y que había planeado que responder- en realidad eso no es algo que pueda contarles ahora - terminó y Jessie se quedó tratando de balbucear algo.


  Helena se sentó tras el escritorio mientras le pedía a Jessie el portafolios de trabajo y miraba detenidamente la información.  Bajó un momento las hojas mientras desviaba la mirada y los ojos se desviaban hacia la derecha. Los cerró un momento y nuevamente empezó a mirar los documentos que tenía en las manos. Jona, Becca y Jessie sólo podían mirar. Helena dejó el sobre y bebió de su café.  Parecía estar meditando algunas cosas.


- Lo siento. La parte de las duchas no me convence…¿no parece estar bastante retirado de la ubicación del spa y del gimnasio? - soltó en ese momento.
- No se puede hacer mucho con la ubicación - contestó Jessie - la estructura del hotel no lo permite.
- ¿La estructura del hotel no lo permite? - preguntó ásperamente - ¿Me estás diciendo que es imposible para ustedes imaginar un diseño estructural de lo que estamos solicitando?
- Podemos hacer el diseño si tuviesemos unos planos más acordes de la estructura - respondió Jessie enfadada - desafortunamente no tenemos la capacidad para diseñar planos de la nada.
- Creo que me estás malinterpretando, Jessie - contestó Helena con una voz demasiado fría - no te estoy pidiendo que hagas un plano...te estoy pidiendo que me hagas un bosquejo ideal de las instalaciones que te estoy pidiendo.
- Por supuesto que pueden hacerse , Helena - contestó Jessie a su vez de forma educada pero agresiva - sin embargo para ello necesitaríamos construir de nuevo el...hotel…- terminó de decir la frase de forma lenta mientras notaba que la atmósfera de sus compañeros era visiblemente alarmante. Sin embargo no se detuvo y finalizó la frase sólo para notar una sonrisa en la cara de Helena Andreakis.
- Nos vamos entendiendo, querida Jessie -  respondió Helena en ese tono que el primer Jamie que ella conoció.


  Helena dejó la silla mientras revisaba de nuevo el material. Depositó todo en la carpeta del portafolios y se lo entregó a Becca.


- Esperaré uno nuevo el viernes, supongo que en ese tiempo podrán darme una mejor opción.

  Tras esas palabras, Helena Andreakis dió por terminada la reunión mientras Jessie tomaba el portafolio de la mano de Becca. Se despidieron de forma cortés mientras miraban de soslayo a la persona que se había acercado a la ventana.  


  Jessie fue la última en salir de allí y antes de hacerlo dió una ligera mirada. Helena Andreakis tenía ese perfil que ella muchas veces miró en cierta chica de Universidad. El mismo rostro, el mismo timbre de voz. Sólo que la diferencia era que Sara Nelson era un angel y la persona en esos momentos frente a ella era totalmente un demonio.


- ¿Se te ofrece algo más, Jessie? - preguntó la voz de Helena.


  Jessie le miró en ese momento, mientras Helena tenía las manos en los bolsillos del pantalón y parecía más alta de lo habitual ahora que la miraba bien. Estaba a contraluz y el efecto de los rayos del sol le dieron un susto. Era tan igual a Sara que dolia. Sara, la hermana de Julieta.


- No, no pasa nada - respondió mientras sentía cierta opresión en el pecho. Por su mente la imagen de Julieta con la otra chica estaba martillando sin cesar.
- ¿Estás segura? - preguntó mientras se había acercado a ella. Jessie no se había equivocado. Helena Andreakis tenía una estatura con esos zapatos lisos que no correspondía con lo que debería ser su estatura. Pero no podía dejar de mirar esos ojos oscuros - A mí no me lo parece - siguió diciendo mientras tomaba a Jessie de la barbilla.
- De verdad que estoy bien.


  Helena soltó la cara de Jessie mientras asentía.  Se retiró a la ventana mientras continuaba hablando.


- Lamento que sientas que te presiono. Pero negocios son negocios. No creo que Stéphanos sea menos exigente que yo. Sólo quiero que estés preparada.
- Estoy segura que tampoco es flexible. Es sólo que…
- ¿La recuerdas a ella mirándome a mí? - preguntó Helena en ese momento.
- ¿Qué? -  Helena le miró en ese momento.
- ¿La recuerdas a ella cuando me miras? ¿Piensas en ella cuando estás conmigo?
- ¿De qué...estás hablando?
- Hablo de Sara Nelson - contestó Helena - he notado como me miras, y tuve curiosidad.
- ¿Me has estado…?
- ¿Espiando? No. Sólo hablé con la persona indicada.
- Jamie…
- Si. Sé que es hermana de la chica del bar. Aunque no se parecen en absoluto. Dime Jessie ¿la recuerdas cuando estás conmigo? - se acercó de nueva cuenta a ella.
- Sería imposible decirte que no. Tienes la misma complexión y tu rostro es idéntico - contestó ella sin vacilación.
- Eso parece - dijo Helena - ¿Y qué pasa con ello?
- No pasa nada.
- Yo no estaría tan segura - contestó Helena nuevamente mientras tomaba la cara de Jessie entre sus manos - pero no te confundas Jessie, siempre obtengo lo que deseo - dijo mientras acercaba su boca a la de Jessie - y en estos momentos no es conveniente que te acerques demasiado a mí.


  Jessie podía sentir sus labios rozando los suyos, estuvo a punto de empujarle pero recordó que la persona que tenía frente a sí era una mujer. Por lo que de hacerlo sus manos tocarían partes que no eran precisamente lisas. Un rubor subió por su rostro al recordar el cuerpo de Helena Andreakis vestido de manera tan femenina.


- Vete ya Jessie, o el lobo de verdad te comerá….- susurró  Helena.

7 comentarios:

  1. Ahhh creo que en ese instante jesse quiere hacer de caperucita.
    Por primera vez entiendo el cap de una, y aunque me encanta cuando me confundes tanto que no se nada de nada y debo releer es bueno organizar de a poco todo en mi cabecita.
    Un abrazo

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  2. wooooooa!! O////O creo k jessi no se ira :3 heheeh me encanto un abrazo >/////<

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  3. Lobo cometela de una vez XDDDD wuajajajaja

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  4. Estoy de acuerdo con @anak7, esta vez pude entenderlo en la primera lectura y vaya informacion que nos has dado, al fin, algo para pensar y dejar de especular!!!. Gracias por la continuacion. Quiero la otra pronto!

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  5. cuando subes el proximo cap?? >////////<

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  6. super bueno... aunk aun estoy confundida por los personajes de jamie, helena, sara y stéphanos... pero me encanta la intriga... sigue así... cuando sera el proximo...

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  7. Hehehe Querida escritora, esto se pone interesante jajaja bueno aún más wuh

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